Rodrigo Lavôr En Río, cuando tú llamas a alguien de "señor" o "señora" es comun que las personas te contesten: "deja de ser formal. !El Señor o la Señora están en el Cielo! Trateme de "usted" (en portugués, esto es muy coloquial). Bien, no deja de ser bello, dado que "usted" es la abreviación de "vuestra merced" o "su merced" (en el caso del portugués). Sin embargo, por desconocimiento de la raíz latina de la palabra "señor", perdemos muchas veces la oportunidad de recibir un gran elogio. "Señor" viene de "dominus, i", lo que significa: "señor, dueño". Antiguamente, se decía "señor" y "señora" a toda la persona a la cual se deseaba decir: "tú eres dueño (a) de ti mismo (a)", es decir, tú eres una persona llena de madurez, que tiene "self mastery" o una persona muy virtuosa porque tiene areté (=virtud, en griego). De este modo, no perdamos