?Por qué llamamos a las personas de "señor" o "señora"?



Rodrigo Lavôr

En Río, cuando tú llamas a alguien de "señor" o "señora" es comun que las personas te contesten: "deja de ser formal. !El Señor o la Señora están en el Cielo! Trateme de "usted" (en portugués, esto es muy coloquial). Bien, no deja de ser bello, dado que "usted" es la abreviación de "vuestra merced" o "su merced" (en el caso del portugués). Sin embargo, por desconocimiento de la raíz latina de la palabra "señor", perdemos muchas veces la oportunidad de recibir un gran elogio. "Señor" viene de "dominus, i", lo que significa: "señor, dueño". Antiguamente, se decía "señor" y "señora" a toda la persona a la cual se deseaba decir: "tú eres dueño (a) de ti mismo (a)", es decir, tú eres una persona llena de madurez, que tiene "self mastery" o una persona muy virtuosa porque tiene areté (=virtud, en griego). De este modo, no perdamos la oportunidad de permitir que nos llamen "señores de nosotros mismos" cuando pensemos que las cosas, de hecho, son de esta manera. No tiene nada que ver con la edad corporal, pero con la altura y el peso interiores. En efecto, "señorita" es una "señora pequeña", es decir, alguien que viene entrenándose en el arte de ser "señora de sí misma". Lastimosamente, no hay "señorito", pero la idea es la misma. Sólo una persona recogida en su interior, capaz de vivir todos los silencios: palabra, cuerpo, imaginación, memoria, fantasía, entendimiento, voluntad,...es la que puede ser llamada propiamente de "señor". El Senor Jesús tenía todo ello en grado sumo. La Virgen tambien. Y nosotros estamos llamados a llegar a ello, según el máximo de nuestras capacidades y posibilidades, en todas las circunstancias concretas de nuestra vida.

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